La Vito
En el discreto y pequeño parque situado entre las calles Francisco Mariano Nifo y Nicanor Villalta , cuando en Teruel todavía no existían los campos de césped artificial, ni las pistas de skateboard , ni los aparcamientos de autocaravanas, recuerdo ver sentada en un banco a La Vito junto a la Rosario y a la Plenaria . Eran tres mujeres de rostros serios y ropajes oscuros que vigilaban de cerca mis correrías de niño, que solían acabar con globos de agua explotados sobre mi ropa y algún que otro rasguño en la rodilla o coscorrón. Cuando consideraban oportuno, las tres mujeres daban por terminada mi diversión y entonces yo cogía de la mano a La Vito y enfilábamos el camino a su casa, donde pasé algunos momentos de mi infancia mientras mis padres terminaban de trabajar. En ese piso recuerdo haber visto hace exactamente 25 años uno de los primeros partidos de fútbol que recuerdo. Lo jugaban un equipo que vestía de azul, y que años más tarde supe que era la Juventus de Turín , contra otro