David



A veces, las noticias más reconfortantes se disfrazan de notas de prensa corporativas, tienen por encabezado el logotipo de una gran multinacional del automovilismo, y terminan con el teléfono de contacto del jefe de comunicación de esa misma compañía. Este pasado fin de semana, una de esas buenas noticias que hay que buscar en el periódico como el que busca la aguja en el pajar, tenía como protagonista a David Rivas, el primer europeo que ha conseguido pilotar un coche a pesar de no disponer de unos brazos que le permitan agarrarse al volante.

La noticia viene camuflada y aprovechada por la multinacional que ha producido este modelo de vehículo, que entre la fabricación y la adaptación personalizada al cliente, tiene un precio de 65.000 euros, lo que cuesta en este caso la independencia de poder moverse por las carreteras.  Es interesante ver, por lo tanto, donde acaba la nota de prensa y donde empieza la historia de superación que hay detrás de tal acontecimiento, aunque sólo sea para conocer si es necesario archivar la noticia en la pestaña de tecnología y motor o en la de milagros.

En España ya existe una autoescuela dedicada especialmente a enseñar a las personas que, como David, piensan que llegar a conducir por sí solos no es menos que una quimera. Quieras que no, siempre es una tranquilidad saber que un mismo país capaz de hacer Trending Topic en Twitter a una pareja de Mujeres, Hombres y Viceversa por llevar ocho meses de relación, es capaz también de parir iniciativas bellas (que nunca desinteresadas) como esta. Se encuentra en Basauri (Vizcaya), y es donde ha acudido nuestro protagonista para obtener su carnet. Cae por lo tanto, una de las características básicas de cualquier noticia: la novedad. David no es la primera persona del mundo que consigue tal hazaña (la propia empresa así se encarga de confirmarlo en su comunicado mediante la hábil utilización de vocablos a los que tan acostumbrados están los colegas que practican ese tipo de comunicación). Tampoco es el primer conductor que consigue un carnet a pesar de sus desafortunadas limitaciones físicas, pero sin embargo, sí que ha sido el primero que ha contado con el apoyo de una gran marca para satisfacer sus necesidades.

Tal característica no quita mérito a David, quien ha hecho de la necesidad virtud convirtiéndose en un virtuoso en el uso de sus pies, apéndice con el que parece manejar con soltura su nuevo vehículo. Tal mérito se lo reconoce alguien incapaz de hacer algo a derechas con tal parte del cuerpo, salvo el arte de esconder los calcetines de debajo de la cama. En cualquier caso, si apartamos la paja, las frases propias de cualquier comunicado corporativo, nos quedamos con una noticia amable, que ya hemos visto que no histórica, pero merecedora al menos de un comentario. Una clase más de comunicación corporativa bien aprovechada para los que puede que algún día nos dediquemos a esto, pero sobre todo, un ejemplo de que, con dinero y sacrificios, cualquier causa es posible. No olviden la primera de las dos condiciones mientras escuchan lo nuevo de Quique González.

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